El problema del barrio El tala, y del AMBA, es cómo llegar a la estación de tren. El colectivo empieza a pasar 3:50 am por la esquina, ese es el colectivo barrial que llega a la estación, el 518 Villa Golf. Nosotros estamos en El Tala, pero dice Villa Golf, el otro es el 394 de Monte Grande a Ezeiza, hace recorrido largo y para recién 5:30. Pero estas semanas dejaron de pasar los dos, la única forma de salir a trabajar es juntarnos e ir caminando a la estación. (vigilador).
Hace 3 semanas que empezó el ASPO. La iglesia evangélica Gracia, Perdón, Salvación -GPS- coordinada por el Pastor Carlos Rodríguez en la localidad de Carlos Spegazzini, Partido de Ezeiza concluye una campaña de recolección de alimentos, para atender la demanda de vecinos de la iglesia que no pueden salir a trabajar. Juntan 2 tn de alimentos que distribuyen en bolsones, sin elaborar.
Esta semana volvieron a pasar por el barrio los colectivos que van a la estación. Solo pasajeros sentados, solamente trabajadores esenciales con el papel. A los colectivos se sube por la parte de atrás. El colectivero, lleva un plástico que lo aísla. Un día tuve que esperar un segundo colectivo porque llenó los asientos, los asientos de adelante tienen cordón y no te podés sentar. (vigilador)
El problema en el barrio El Progreso de Tristán Suárez es conseguir trabajo, me cuenta un albañil desocupado. No hay trasporte, estamos lejos de la estación, sino que viene a buscar el patrón es todo en bicicleta.
El Movimiento Evita activa la generación de comedores comunitarios en barrios populares de Ezeiza, organizando recursos de varias instancias institucionales del Estado y propios. La referente de Corazoncitos Felices en Máximo Paz (Pdo. De Cañuelas) militaba antes en Ezeiza, recibe en Cañuelas leche para empezar un merendero de manos de personal del Ejército Argentino, que colabora en la distribución de alimentos.
Empezó el frío, los chicos crecieron y no hay abrigo que alcance. Las mujeres del comedor comienzan una colecta de ropa.
Corazoncitos Felices está en una zona donde hay un frigorífico cooperativo, a veces se consigue donación de carne, a veces de carcazas de pollo, todo suma para aumentar las raciones y mejorar la calidad.
Casi siempre se consigue harina de trigo refinada y grasa bovina. Con la misma grasa de fríen torta fritas. En la imagen la merienda más frecuente en Corazoncitos Felices.
Todos los días inventamos algo para los chicos
A falta de harina de trigo, en Corazoncitos Felices hicieron pochoclo para la merienda.
Para salir a trabajar Gastón (vigilador) tiene la CUIDAR en el celular, es el permiso de circulación. Para viajar es muy riguroso, no te dejar pasar al tren si no sos esencial no podés subir. Están los guardias de seguridad, muy limpios los trenes cuando llega los barren y les tiran con aspersor desinfetante al piso, a los asientos y a los pasamanos.
Mi sobrina que trabaja en el aeropuerto cobra el 50% y produce tortas para vender. La hija de mi vecina abrió una despensa, verdulerías hay muchas van por la Ricchieri al Mercado Central. Por la autopista llegan rápido. Venta de pollos de Cresta Roja, que nos queda cerca. Así la gente se las rebusca. En el Tala hay mucho sueldo de policía y de penitenciarios, cuesta para los otros trabajos, pero si vendés acá siempre hay plata.
Los vecinos del Corazoncitos Felices acercan donaciones solidarias para el comedor solidario.
En Corazoncitos Felices, con las donaciones de harina no solamente se cocina para comer. Se hacen tortas para vender y comprar alimentos frescos para enriquecer la olla.
En Corazoncitos Felices se celebra la patria, comiendo locro entre todos.
Cuando en el comedor no hay para cena, con harina nos arreglamos para la merienda.
En Corazoncitos Felices se piden y reciben donaciones de todos lados. Esta semana recibieron comida semi elaborada en cajas de un molino enorme.
A la familia con la que compartimos el ASPO, de barrio El Tala, que reside dispersa a lo largo de línea de circulación de la Autopista Ezeiza Cañuelas le pasó de todo. Nos cuenta Marisa:
Un sobrino de 30 años, residente en González Catán ya paciente psiquiátrico, se brotó en el encierro en su casa. Lo trasladaron al Htal. Paroissien (La Matanza), de donde se escapó y volvió con custodia policial. Seguirá internado bajo control hasta estabilizarlo. La expectativa es que al final de la pandemia pueda volver al Htal. Piñero (CABA) donde lo atiende su psiquiatra.
Sobrina con cáncer está haciendo quimioterapia, le faltan 2 sesiones, el viernes tuvo una, quedó mal con vómitos y cansancio. Ella se atiende por la obra social de maestros.
Marido de la hermana, 80 años lo derivaron a psicóloga de PAMI porque se pierde. Cuando vivía mi hermana él ya tuvo esa psicosis, ya deliraba. Cuando falleció mi hermana, “le agarró un shock”. Creía que estaba en una fiesta de cumpleaños. Después se pierde, mi sobrina lo llamaba y no reconocía a los nietos.
Otro sobrino de 40, tuvo un accidente de trabajo con una extrusora de cemento. A ese lo cubre la ART, lo pasa a buscar un remis y lo llevan a Laferrere a la rehabilitación. Siente las piernas, tiene para largo.
Mis cuñadas están esperando el hisopado, fue la ambulancia, pero les dijeron que tenían alergia y refrío. Mi incluso estaba con fiebre, pero no era coronavirus.
Yo con EPOC, el PAMI no me hace faltar los remedios, le mandan la receta al celular de mi hijo. Eso sí, los turnos con el neumonólogo del hospital me los cancelaron.
En el trabajo de Gastón (vigilador) en Retiro, volvió un compañero que tuvo COVID-19. Dice que quedó raro, que está en otro mundo, asustado, pensativo. Ahora no hay nadie contagiado. Se siguen cuidado.
Los vecinos en barrio El tala todos sanos, gracias a Dios, no hay contagios.
Todos colaboran, la bicicletería del barrio organiza una rifa a beneficio de los comedores comunitarios.
Los alimentos para el comedor vienen de muchos lugares, esta vez aportó el municipio de Cañuelas.
El municipio mandó materiales de construcción para techar el espacio donde se entregan las viandas.
Aviso de entrega de viandas por whatsapp.